Mateo Ribak
Mateo Ribak es un DJ nacido en Buenos Aires, Argentina, el 23 de junio de 2003.
Comenzó su carrera de DJ en el año 2019, a sus 16 años. Un año más tarde y tras haber adquirido conocimientos musicales trabajando en remixes de otros djs, decidió profesionalizar su carrera como productor, creando sus propias mezclas.
En la escena musical actual, Mateo Ribak destaca por su versatilidad para adaptarse a distintos géneros y su curiosidad para experimentar con ellos, siendo la música de fiesta o “cachengue” su principal fuerte. A principios del 2022, el productor decidió dejar los remixes a un lado, para comenzar un proyecto de música propia. Un año más tarde, el proceso creativo tomaba forma ante sus ojos.
Mateo Ribak porta dos grandes pasiones. La primera, descubierta a temprana edad, está vinculada a los aviones; la segunda, innata y lógica, a la música. En su obra, el artista funde ambas aficiones y crea un sello de identidad musical propio.
Con la producción de “Turbulencia”, Mateo Ribak pretende representar una serie de vuelos independientes, cada uno con su propia historia y diversos géneros. Bajo la premisa de dichos “movimientos desordenados”, la correlación entre los episodios queda obsoleta.
En 2022, para los primeros tres tracks, Mateo Ribak se desafió a experimentar con tres de los géneros que más se consumen en Argentina: el rkt, la cumbia y la electrónica. La primera session "Blunted Vato/Turbulencia 1" unió al productor con el reconocido cantante de trap y rkt Blunted Vato. La dupla consiguió más de 500 mil reproducciones en Spotify en menos de un mes.
La segunda session "El Villano/Turbulencia 2" fue abordada por El Villano y tripulada por Mateo Ribak dio origen a una cumbia fiel al estilo de su pasajero: un relato de desamor apta tanto para una escucha en la playa, como en el auto con amigos.
El tercer pasajero de “Turbulencia” propuso un desafío. Luego de su flamante éxito “MDQ”, “RYH”, con "RYH/Turbulencia 3" buscó incursionar en un género que aún no había explorado. Para ello, el productor y piloto Mateo Ribak debió maniobrar terrenos desconocidos, que derivarían en un aterrizaje exitoso en el mundo de la electrónica.