Richter

Vírgenes, ángeles, leones alados
por todos lados,
perros de caza, presas de caza
y una serpiente que se muerde la cola.

En cada esquina hay un mensaje a la vista
de puro argot alquimista,
la predicción del socialismo triunfante,
la soledad y el hermetismo vigente.

El don sarcástico de un pueblo que ríe
e ignora lo que le piden,
cerro del toro, el mercurio en descanso,
alguien observa desde lo alto.

Se despereza una diana sin cabeza
y alguna amante francesa,
el baphomet, la yuca africana,
todo parece estar aquí.

Una puerta que no lleva a ningún lado,
a ningún lado de este mundo,
una puerta en el medio de la nada
no significa nada
y significa todo.

El polvo de la trasmutación
en el altar donde pega el sol,
suspira el grifo que mira al mar,
duerme en la iglesia el pueblo obrero.

En un hotel de lujo, en el palmar,
en una piedra del camino real
o en la boite de los espectros,
es donde siempre va a estar.