Antonio Tarragó Ros

Todo es un juego pajarito
todo menos la canción
que va cantándonos la vida
a cada paso, en cada flor.
No llores más por lo fugaz
que apenas te rozó.
Las cosas valen por lo que al final
de cuentas, ellas son.
Que puede más que un sueño
para soñar me basta
que vos me quieras tanto
como te quiero yo.
Que pierdas el sombrero
o tu collar de estrellas
no cambiarán lo bello
que hay en tu corazón.
Todo es un juego, todo cambia
todo siempre viene y va.
La luz del sol, la luna llena,
el río que no vuelve más.
Querer las cosas nunca debe
condenar tu libertad
de amar la vida más allá
de lo que alcanza tu mirar.
El juego de la vida
es tan difícil juego
que algunos nunca saben
jugarlo de verdad.
Nosotros aún podemos
hacerlo enamorados
si al fin nos atrevemos
sin miedos a soñar.