Martin Pastor

Por qué no está, se frota carne en el silencio
nada va a pasar, si no intermedia el deseo
besos que se quiebran, suelas en la niebla
luces que se aplastan contra el techo
de un obstinado paladar

Por qué se fue, quedaste solo en este entierro,
Nada va a pasar, no hay ni una ola en el Mar muerto
Caen en picada mientras se hunden en la almohada
tanto desgastado pensamiento
a la garganta de la oscuridad

Dónde esta la sangre, dónde quedó el hambre
Para andar por los rincones, lamiendo escalones
Y pasar del otro lado donde sueños y pecados
se confunden en un velo,
de pasiones y deseo y no se oye el ronroneo...

de la bocina de los perdedores
retumbando en los rincones
esa que nunca han escuchado
la estirpe de los campeones

la bocina de los perdedores
llorisqueando en los balcones
no hay noche mas desolada
que cuando se oye esta tonada...