TESTIMONIO III (RASTROS)
1998
9 SIESTA EN UNA CASA DE CITAS
La jaula del canario limpia aflora.
Sara, sobre un sofá, yace tendida
Dejando ver su carne pecadora
A través de la bata descosida.
Elisa peina a Elena, la señora
Con su mano enjoyada y presumida
Acaricia una gran gata de angora
En su falda de raso adormecida.
Cose Amelia a la luz de la ventana,
Los compases de un tango marca Juana
Que un piano en el salón repiquetea
Mientras llevando un cubo la Felisa
Con el pelo engreñado y en camisa
Por el largo pasillo chancletea.