Manijas

Dame una palabra que sea hiel de la verdad,
que cubra en su manto el llanto de mi enfermedad.
¡Qué eleve mi alma de este lugar!

Dame una plegaria que sea el encanto de tu beldad,
que sea una quimera, que sea luz o pura verdad.
¡Pero qué eleve mi alma de este lugar!

¡Se eleva mi alma! Y hay tanta luz que hoy no quiero salir de este agujero.
No, no quiero, de este agujero, no, no quiero salir nunca más.

Dame en este entierro un poco de tu luz
que devuelva en mí la voluntad de respirar
¡Pero que eleve mi alma de este lugar!

¡Se eleva mi alma! Y hay tanta luz que hoy no quiero salir de este agujero,
sólo quiero, en este agujero, sólo quiero…

Oír tu nombre una vez más. Juro no robarte nada.
Sólo quiero oír tu nombre una vez más. Juro no robarte nada.

El frío de mi encierro… ¡Me va a matar!

¡Pero se eleva mi alma de este lugar!
Y si se eleva mi alma… Siento en la luz de este agujero tu voz que es mi anzuelo.

Un salto al Mar Muerto en primavera,
sin poder ahogarme ni en tus ojos.
Y si de cara al cielo eclipsado vez mis sueños volar,
juro que será sólo de pura nostalgia.

Y yo sólo quiero oír tu nombre una vez más. Juro no robarte nada.
Sólo quiero oír tu nombre una vez más. Juro no robarte nada…