Gabriel

A tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.

No tengo la cura
pa’ poder saciar esta sed que no se apaga,
en cada beso quiero yo robar tu alma,
qué enfermedad tan rara, bien lo saben los que aman,
es un vicio sin igual.

Y fue un accidente verte de repente
como el Alka Seltzer fuiste efervescente,
causaste en mi cuerpo la misma reacción,
como una burbuja en el corazón.

Ay, ay, ay, no sé qué fue,
pero bien lo sabe usted,
este vicio no tiene control.

A tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.
A tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.

¡De República pa’l mundo!

Señorita con ojos de miel,
déjeme que le enseñe a usted cuánto la quiero;
se lo juro ante Dios, esto que siento yo,
es puro amor del bueno, uh, oh, oh.

Y a tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.
Y a tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.

Pa’ que lo bailen pegaítos...

Y a tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.
Y a tan sólo una hora de conocerte
ya sabía que no había otra,
tu mirada delató que ya sabías
que serías mía toda la vida, oh, oh.